TOLERANCIA Y RESPETO EDUCACIÓN PARA LA PAZ: LAS MINORÍAS Y LA INTERCULTURALIDAD

tolerancia y respeto
EDUCACIÓN para LA PAZ: las MINORÍAS y la interculturalidad

RESUMEN

Este artículo provee una perspectiva sobre las minorías, la interculturalidad, y la relación entre ellos, destacando la situación de segregación que se ha venido presentando hacia los grupos étnicos. De igual forma, se comenta sobre los beneficios que puede traer una educación para la paz en la inclusión de las minorías.

Palabras clave: interculturalidad, educación, paz, minorías y valores.

INTRODUCCIÓN

El vertiginoso ritmo de la interacción global ha llevado a tener una mayor conciencia de la diversidad cultural, sin embargo, este conocimiento, no ha sido del todo benéfico, ya que hablar de diferencia, es a menudo, una excusa para la intolerancia, el odio y la aniquilación de los demás. Las acciones de este mundo conflictivo y falto de valores, ha traído consecuencias desastrosas: esclavitud, injusticias, enfermedades, opresión, daño al medio ambiente, situación provocada por una sociedad cada vez más metalizada y poco tolerante.

Uno de los problemas más marcados es la exclusión de las minorías o los grupos étnicos, quienes constantemente se ven maltratados y sobajados tanto por la sociedad como por el gobierno, quienes asumen que los derechos a los que deben acceder estas personas son los básicos de vida y libertad, olvidando que se extienden más allá y deben incluir equidad cultural, económica, social, política y educacional.

Por todo lo anterior es importante fomentar el respeto hacia estos grupos, ya que, las divergencias culturales ofrecen la oportunidad de explorar nuevos horizontes y enriquecer nuestras vidas; la multiculturalidad del mundo es una gran fuerza que nos provee de conocimientos, productividad y creatividad, y es vital fomentar una democracia intercultural con la que se logre el respeto e integración de las minorías.

Expertos en el tema afirman que la interculturalidad como relación de armonía entre las culturas; provee intercambios positivos y convivencia social entre actores culturalmente diferenciados. La interculturalidad promueve la confianza, el reconocimiento mutuo, la comunicación efectiva, el diálogo y debate, el aprendizaje, el intercambio positivo, la resolución pacífica de conflictos, la cooperación y la convivencia. Además, una inclusión equilibrada de las minorías trae consigo mayores oportunidades de inserción en el mercado laboral y productivo del país.

Esta situación de rechazo hacia las minorías puede subsanarse a través de la única opción viable que se vislumbra: la de promoción la paz, desde las raíces, es decir, inculcarla en la escuela a los más jóvenes, de modo que sea una forma de vida, ya que, la paz, como comenta Muñoz Sedano(2010), no puede ser construida de modo eficaz y duradero sobre un campo minado de problemas, exige y requiere justicia, respeto, igualdad y cooperación. La paz no es ausencia de guerra; es convivencia, colaboración y competición, y tiene que ser edificada día a día.

La educación como un derecho humano está encargada de la responsabilidad de informar a las personas sobre sus propios derechos y obligaciones. La oportunidad que se presenta en la educación para asistir en el fomento de la paz es insuperable, ya que estas instituciones son esenciales para crear un ambiente de justicia, el reconocimiento mutuo y la aceptación como condiciones necesarias para coexistir pacíficamente dentro y entre los grupos.

La educación para la paz conocida como el proceso de adquisición de valores, conocimientos, actitudes, habilidades y comportamientos necesarios para vivir en armonía con uno mismo, con los demás y con el medio ambiente, presenta uno de los puntos más relevantes a considerar para el fomento de la paz, ya que origina el respeto y la tolerancia hacia las personas de diferente cultura.

Éste nuevo concepto educativo permite que a través de la escuela, se dé la integración de todos los estudiantes y se genere un ambiente cordial el cual permita desarrollar el gusto por compartir vivencias, puntos de vista, costumbres y conocimiento.

CONCLUSIÓN

Las civilizaciones debemos aprender a vivir lado a lado en forma pacífica, conociéndonos unos a otros, estudiándonos y enriqueciéndonos. No es concebible la idea de que en este mundo tan chico prolifere la tensión, el choque y la catástrofe.

En lugar de relegar a los grupos étnicos por prejuicios provocados o injustificados, se puede crear una sociedad más incluyente, y como comentan los expertos, en la escuela como una extensión de la sociedad, se traslapan los mismos conflictos, si se empieza por desarraigar esos malos hábitos desde la escuela, se podrá formar ciudadanos más conscientes, respetuosos y por supuesto, pacíficos a fin de obtener los beneficios que un mundo sin conflictos provee.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1.    Amstutz, Jorgelina., Mazzarantani, Elda., Paillet, Marta. (2009). Pedagogía para la Paz. Educación para la paz, 1, pp. 2-6.

2.    Cabrol, Marcelo., Székely, Miguel (2012). Educación para la transformación. Banco Interamericano de desarrollo.

3.    Muñoz Sedano, Antonio (2010). Enfoques y modelos de educación multicultural e intercultural. Universidad Complutense: Madrid.

4.    Salazar Tetzagüic, Manuel de Jesús (2009). Multiculturalidad e interculturalidad en el ámbito educativo: experiencias de países latinoamericanos. Editorama: Costa Rica.

5.    Trujillo Vargas, José Jesús. (2012). Postmodernismo y presión mediática en un mundo adolescente. Revista Iberoamericana de Educación, 58(4).