TOLERANCIA
Y RESPETO, EDUCANDO POR LA PAZ
Introducción
Las
instituciones escolares, no escapan a las constantes transformaciones que se
han dado en el mundo; la escuela representa el espacio donde los estudiantes
sacan a relucir lo que ellos viven en sus hogares y lo que captan del mundo en
el que viven, es decir, la globalización desea que los jóvenes en lugar de
desarrollar un pensamiento crítico, se conviertan en consumidores de
tecnología, que les permita distraerse de los verdaderos problemas que aquejan
a la sociedad.
Si
bien es cierto que los adolescentes, por la edad en que se encuentran son
fácilmente vulnerables, pero también pueden ser creadores de ideas productivas
para mejorar sus condiciones de vida de ahí el interés en que los conflictos que
se presentan en la escuela y dentro del salón de clases, nos permitan
reflexionar sobre cómo los docentes debemos estar preparados para ayudar a los
alumnos postmodernos que encuentran un futuro incierto, pues ellos solo viven
el presente y no desean crecer, para no enfrentarse con los problemas que viven
los adultos, es precisamente donde los educadores pueden intervenir ayudando a
los adolescentes hacerse responsables de sus propias decisiones y
conduciéndolos a convivir con los demás para llegar a una educación por la paz
donde el respeto y la tolerancia a los demás sea la base de dicha convivencia.
El
presente artículo tiene como objetivo hacer un análisis sobre la situación, que
viven los estudiantes hoy en día en el
mundo donde conviven y cómo los docentes podemos contribuir a formarlos para
ser tolerantes en este mundo cada vez más competitivo y difícil de respetar a
los demás, en aras de una mejor comunicación y de ayudar al mundo en que vivimos
buscando la paz, una educación por la paz.
La escuela
es una fuente de poder, puesto que se forman seres humanos, que al salir de la
misma reproducen los aprendizajes que obtuvieron dentro de la institución
educativa. Sin embargo los planteles educativos en la actualidad se han
convertido en interés de los grandes empresarios que desean intervenir en los
planes y programas educativos, para formar personas que estén listas para
incorporase al mercado laboral, sin embargo la escuela puede ser algo más que
eso puede contribuir con la formación de ciudadanos para fomentar la paz. “Es
tremendo el poder del docente y de la escuela para producir cambios e
introducir en la organización de la sociedad elementos aptos para generar
espacios pacíficos”[1]
Lo que
se traduce en que se puede llegar a influir en los jóvenes de forma positiva
para transformar el mundo en el que viven, los medios de comunicación y la
tecnología no son malos, son simplemente medios, de los cuales nos podemos
servir para fines educativos y no nada más como fieles reproductores de cosas,
sin sentido que sirven para entretener a los estudiantes, por el mundo
globalizado en el que vivimos quien se encarga de entretener a los estudiantes
y meterles ideas del confort y la comodidad que les brindan la televisión. La
globalización es entonces.
“Un
gran hermano industrial vigila al adolescente de hoy marcándole las pautas a
cada paso. No le vigila mirándole sino obligándolo a reproducir, sin descanso,
sus modelos. Es pues éste, un problema a nivel social y no de un solo grupo de
personas que viven en tránsito hacia una etapa más adulta. De lo que se
trataría entonces, es evaluar en qué medida los adolescentes de hoy han perdido
de vista la realidad en manos del capitalismo global, que lo impregna todo. Adolescentes
que están perdiendo cada vez más la capacidad de apuntar a ideales liberadores, críticos,
humanitarios…que son incapaces de reflexionar en función de objetivos
diferidos, de degustar el silencio, de reivindicar su cultura, sus raíces, de
construir una identidad madura, que les ayude a saber quiénes son y a dónde van”[2]
Por
tal motivo se destaca cual importante es la función que tienen los docentes, en
ayudar a los estudiantes a cambiar las cosas que no les agraden y poder dejarle
a sus hijos un mundo mejor, que no esté
inmerso en el consumismo al que los orilla la globalización.
Bajo
esta orden de ideas si es factible un cambio, pero dicho paso se debe dar desde
la familia donde se cimienten los valores, como la responsabilidad, la unión y
cooperación entre todos los integrantes de la familia, después con el apoyo de
las ciencias para lograr la paz. “Las ciencias de la conducta, las
neurociencias, las ciencias sociales, han dado saltos cuánticos y han puesto a
nuestra disposición toda la información y las metodologías necesarias para
cambiar. Cambiar nuestras relaciones con
nosotros mismos, con los demás, con el ambiente.”[3]
¿Pero
cómo se logra lo anterior?, es necesario cambiar la cultura individualista, que
impera en nuestra sociedad, la cual hace que seamos los seres humanos egoístas
e interesarnos solo por nuestra satisfacción, este punto es el que se ve más
directamente reflejado en los adolescentes quienes viven el aquí y el ahora sin
importar el presente, y muestra de lo anterior es el uso que le dan a su tiempo
libre, cada vez más se extienden las fiestas o la farra y se crea una conciencia
del “yo” individual, donde se ha de satisfacer sus necesidades sin importar los
demás, no se debe pasar por alto que los adolescentes están buscado su propia
identidad, en ellos la “conciencia de yo” es gozar al máximo la vida. Vivir el
momento. Sin embargo en los adultos ese concepto cambia radicalmente a una
plena conciencia y toma de decisiones con responsabilidad.
La
transformación se daría entonces de pasar de una cultura individual a una
cultura de integración de todos los seres humanos, que lucha por sobrevivir en
este mundo; que ha sido dañado por todos los seres humanos.
Por
tal motivo las ciencias de la conducta nos permiten replantear lo que hemos
vivido hasta ahora y cómo cambiar el panorama a un futuro mejor del que tienen
la masa postmoderna.
“Así
tenemos que todas las tendencias que ven en el cambio y la crisis una
oportunidad de crecimiento, nos indica que es bueno y necesario soñar, formar
la propia “leyenda personal”, generar la propia visión y misión de nuestra vida
personal y de las comunidades e
instituciones a las que pertenecemos. Nos dicen que el cerebro tiene un poder
cibernético que colabora con el impulso al cumplimiento de nuestros sueños
cuando nos atrevemos a formularlos.
Desde
la programación neurolingüística (PNL) se nos enseña cómo lograr el cambio
deseado”[4]
La
mente constituye una base para lograr los cambios necesarios en los seres
humanos y si le aunamos la influencia de los docentes se podrá contar con
cuidados que se preocupan por el entorno en el que viven y el mundo que le
tocado vivir, para ser propositivos y mejorar sus condiciones de vida y de los
demás. Por tal motivo la educación para la transformación, ha de pensar en un
cambio del sistema educativo, que se
base en los esfuerzos individuales y emplear una política pública que facilite dicho cambio haciendo uso de los
cuatro pilares: definir el perfil de egreso de los alumnos de educación básica
y media superior que posean habilidades y competencias; el segundo pilar es el
modelo educativo que deber estar en función del perfil de egreso de los alumnos;
el tercer pilar son todos los materiales con los que cuenta la escuela para
generar el perfil de egreso de los alumnos para ser más competitivos y les
permitan entrar a estudios superiores; por último el cuarto perfil donde se
encuentran los programas de evaluación, monitoreo y medición para saber si el
plantel realmente logra el perfil de egreso.
La
educación del futuro le apuesta al desarrollo de los cuatro pilares, para
contar con estudiantes más capacitados y preocupados por su entorno social.
Conclusiones
Se
puede ayudar en la formación de las nuevas generaciones, siendo más conscientes
de lo que significa educación para la paz, una forma de incidir en ellos es
mediante la instrucción que proporcionan los docentes, pero también a los
instructores les corresponde prepararse cada día, puesto que el ejemplo
arrastra.
Una
educación donde intervenga la sociedad pero con iniciativas a favor de mejorar
la convivencia entre los seres humanos, además del sector privado y el mismo
gobierno.
La
base de todo lo anterior, se encuentra en la concientización de los jóvenes que
son parte de la sociedad, y en ellos se encuentra el fututo del mundo.
Bibliografia
AMSTUTZ Jorgelina, MAZZARANTINI Elda y
PAILLET. (2009). Educación para la paz. Publicación
del Departamento de Educación Cooperativa de Fundación Cívica.
CABROL
Marcelo y SZÉKELY Miguel (2012). Educación
para la transformación. Banco Interamericano de Desarrollo.
TRUJILLO
Vargas José Jesús. (2012).Postmodernismo
y presión mediática en un mundo adolescente. Revista iberoamericana de educación
n°58/4-15/04/12.
[1]
AMSTUTZ Jorgelina, MAZZARANTINI Elda y PAILLET. (2009). Educación para la paz. Publicación del Departamento de Educación
Cooperativa de Fundación Cívica. Pág.5
[2] TRUJILLO
Vargas José Jesús. (2012).Postmodernismo
y presión mediática en un mundo adolescente. Revista iberoamericana de
educación n°58/4-15/04/12. Págs.3-4
[3] Op.
Cit. Pág. 5
[4]
Op. Cit Pág. 7
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.